La crisis causada por la pandemia del Covid-19 ha tenido como consecuencia una nueva interrupción del curso lectivo en las escuelas públicas. Si le sumamos a esto la interrupción que hubo en 2018 por la huelga de educadores públicos, nos encontramos con una generación de estudiantes que habrá perdido casi dos cursos lectivos y de forma bastante seguida, lo que tendrá serias consecuencias.
Mientras tanto, en muchas escuelas privadas las clases continúan a través de dispositivos electrónicos como una tableta o un móvil con cierto tamaño, Internet y alguna aplicación para conectarse tipo Zoom u otras similares. Las escuelas privadas no han perdido casi tiempo y sus estudiantes siguen adelante, al igual que lo hicieron en 2018 cuando hubo huelga.
Ante esta situación tan alarmante, es necesario buscar soluciones para que los estudiantes, quienes representan el futuro del país, no sigan siendo afectados por las diferentes vicisitudes que aquejan a la educación pública, gratuita y universal en nuestro país. La respuesta parece evidente, se necesita poder dar clases en línea para que, durante la huelga, la pandemia, u otro tipo de catástrofe, la educación no se vea interrumpida.
A pesar de que resulta ser una solución tan evidente, la misma presenta dos problemas: uno es económico y el otro involucra el acceso a servicios de telecomunicaciones. No todos lo estudiantes de educación pública tienen el dispositivo electrónico o la conexión necesaria para poder recibir sus clases de forma virtual. Sin embargo, afortunadamente, el país sí tiene los recursos para buscar soluciones a este problema y así eliminar la brecha digital, los cuales están resguardados en Fondo Nacional de Telecomunicaciones (FONATEL).
La SUTEL ha generado iniciativas para la administración de FONATEL y así llevar a cabo el Plan Nacional de Desarrollo de las Telecomunicaciones, ejecutando los principios del régimen de acceso universal, servicio universal y la solidaridad, creando soluciones a la brecha digital. Uno de dichos programas es el denominado Hogares Conectados; sin embargo, ante situaciones como la actual, dichos programas podría verse mejorados y dinamizados, permitiendo el cumplimiento de los objetivos señalados en la Ley General de Telecomunicaciones; por ejemplo: “reducir la brecha digital, garantizar mayor igualdad de oportunidades, así como el disfrute de los beneficios de la sociedad de la información y el conocimiento por medio del fomento de la conectividad, el desarrollo de infraestructura y la disponibilidad de dispositivos de acceso y servicios de banda ancha.”
Así las cosas, analizando la coyuntura de huelgas y emergencias nacionales, una forma sencilla de implementar la educación en línea de forma inmediata es que se adjudiquen los fondos de FONATEL mediante licitaciones públicas con las compañías de telefonía móvil que hay en el país, las cuales participando en consorcio con las empresas de dispositivos y de soluciones informáticas, puedan proveer Internet móvil mediante distintos tipos de planes y los dispositivos electrónicos como tabletas y no necesariamente computadoras, así como los sistemas de seguridad que requiera el Ministerio de Educación Pública.
La solución debe ser implementada por telefonía móvil por diferentes razones:
- Según las obligaciones de cobertura, los tres operadores móviles en el país cuentan con una amplia cobertura nacional en tecnología 3G o superior, para muchas áreas del territorio nacional, por lo que no se requeriría de crear infraestructura adicional a la ya existente.
- Se debe tomar en consideración que, según información del Estado de la Nación, las condiciones de una gran cantidad de hogares del país para tener una computadora no son las mejores, por lo que realmente lo que se necesita es trabajar con dispositivos tipo tableta (como trabajan las escuelas privadas) que permitan al estudiante acceder a las plataformas para la educación en línea. Algunas viviendas apenas tienen electricidad, por lo que hacerles llegar una conexión fija de Internet carece de sentido.
- Se puede ahorrar el tiempo de generación de infraestructura, por lo que la duración de implementación sería únicamente lo que tarden los procesos administrativos de licitación, durante los cuales el MEP puede fácilmente ir ajustando su plan de trabajo y la logística.
Una solución como la indicada podría permitir entregar más dispositivos a mayor cantidad de estudiantes, dado que posiblemente su costo sea menor, logrando así disminuir la brecha digital en generaciones que serán el futuro de nuestro país. Se puede así analizar contratos que utilicen las figuras de leasing de equipo, con el fin de actualizar de forma más constante los dispositivos a la población beneficiada.