El pasado 12 de octubre, el presidente de Paraguay Santiago Peña, aprobó y firmó la Ley “de los créditos de carbono” sancionada por la Cámara de Diputados, para llevar a la vida jurídica el mercado de carbono por primera vez en el país.
Esta nueva ley pretende establecer un marco normativo para definir la titularidad sobre los beneficios del Carbono reducido, evitado y/o capturado, y la propiedad de los Créditos de Carbono generados por proyectos desarrollados en Paraguay. ¿De qué se tratan estos instrumentos financieros?
Los créditos de carbono son certificados que representan remociones o reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Su mercado fue propuesto en el Protocolo de Kioto como uno de los mecanismos especiales para combatir el cambio climático y promover la reducción de emisión de GEI. Así, según lo indica Paola Fonseca, directora legal de VIVA Idea, “las organizaciones que no pueden reducir sus emisiones lo suficiente para cumplir con los límites establecidos pueden comprar créditos de carbono de aquellas que han logrado reducciones excedentes.” Para poder funcionar de manera transparente, existen entidades de acreditación para verificar la validez de los créditos de carbono.
Luis A. Breuer, socio principal de Aguilar Castillo Love en Paraguay, comenta que este avance legislativo en Paraguay comparte la línea de acción del gobierno de Peña, presidente recientemente electo, que está enfocado en impulsar el desarrollo del país basado en la vasta disponibilidad de recursos naturales, la hidroenergía limpia y abundante, la introducción de recursos energéticos renovables y la prevalencia del estado de derecho. Ello se evidencia en el reconocimiento que hace la misma ley sobre su propósito y potencial de “generar un efecto positivo para el medio ambiente a través de la reducción, eliminación y/o captura del dióxido de carbono” y también “diversificar las fuentes de ingresos de pequeños, medianos y grandes productores, propietarios de inmuebles y otros actores.”[1]
La Ley de los créditos de carbono posiciona a Paraguay dentro de los países de la región que han decidido consolidar un marco de instrumentos financieros dirigidos a la sostenibilidad social y ambiental, en reacción a una diversificación del mercado de finanzas sostenibles a nivel global. Dentro del contexto de la variedad de instrumentos financieros, es necesario explicar que los créditos de carbono se diferencian de los bonos de impacto; suelen confundirse, aunque tienen distinto funcionamiento y estructura.
Los bonos son instrumentos financieros que emite una entidad privada o gubernamental, utilizado para financiar deuda. Se han identificado como herramientas de fomento de impacto positivo en el medio ambiente y la sociedad, financiando proyectos con ese fin. En la actualidad se observan distintos tipos: bonos de impacto, bonos verdes, bonos con lente de género, bonos de impacto social y bonos temáticos relacionados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
El esfuerzo Latinoamericano para avanzar en el reconocimiento jurídico del mercado de carbono y los bonos de impacto incluye países como Costa Rica, Ecuador, Guatemala y Panamá. El equipo de Aguilar Castillo Love desde sus diferentes oficinas en Latinoamérica nos comenta algunos acontecimientos relevantes:
- Costa Rica ha sido un ejemplo de creación de los SDG-Linked Bonds, o bonos relacionados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible adoptados por las Naciones Unidas, en línea con su proyección de sostenibilidad económica y ambiental. La aprobación de la Ley para Potenciar el Financiamiento e Inversión para el Desarrollo Sostenible mediante el uso de Valores de Oferta Pública Temáticos en octubre de 2021 fue un gran avance para la región. Creó un Mercado de Valores de Impacto mediante el uso de valores temáticos.
- El Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica en Ecuador emitió, en junio del presente año, la LA NORMA TÉCNICA QUE ESTABLECE EL ESQUEMA DE COMPENSACIÓN DE EMISIONES DE GASES DE EFECTO INVERNADERO DEL ECUADOR para regular el esquema retributivo sin apropiación de los servicios ambientales.
- En Guatemala, los esfuerzos vienen desde el 2021 con la adhesión Bolsa de Valores Nacional se adhirió a la iniciativa de Bolsas de Valores Sostenibles de la Organización de las Naciones Unidas. Ese mismo año el Consejo de Administración de Bolsa de Valores Nacional autorizó una normativa que permite etiquetar valores en Guatemala como verdes, sociales y/o sostenibles. En cuanto al mercado de carbono, en 2022 se firmó el Acuerdo de Pago de Reducción de Emisiones, un Programa de Reducción de Emisiones de Guatemala con el Banco Mundial como Fiduciario del Fondo Cooperativo de Carbono de los Bosques. Su Ley marco de Cambio Climático (Decreto 7-2013), expresamente reconoce los proyectos de mercados de carbono.[2]
- Panamá ha ido habilitando su mercado de carbono formalmente desde la aprobación del Decreto Ejecutivo 142 de Diciembre de 2021 que establece de forma progresiva y gradual el Mercado Nacional de Carbono de Panamá. Desde entonces, ya se han consolidado el Registro de Emisiones, y se encuentran en desarrollo el Sistema Nacional de Compensación, y la Bolsa Panameña del Carbono, todos componentes necesarios para la apertura de este mercado. Por otro lado, Panamá ha reiterado su compromiso con las finanzas sostenibles, anunciando la emisión privada del primer bono social de género en América Latina de Banistmo en 2019.
En respuesta a una creciente reflexión global sobre los modelos de negocios y concientización de las repercusiones y externalidades que tienen las operaciones de las empresas, se evidencia el esfuerzo de Paraguay de unirse al camino que ya están recorriendo otros países vecinos. Este país se suma a la posición regional que visualiza el potencial y también está experimentando el impacto real de los instrumentos financieros sostenibles.
Para más información contactar a nuestro socio Luis A. Breuer al correo lab@aguilarcastillolove.com.
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